Intento resumir la posición crítica:
- Internet con sus invitaciones a seguir enlaces y con sus frecuentes interrupciones en forma de correos, avisos, banners, etc... nos lleva a un tratamiento de la información de tipo explorativo, superficial, poco profundo, sobrecargando la memoria a corto plazo.
- Como consecuencia, el uso continuado de Internet afecta a nuestro cerebro* y la forma en que pensamos, haciéndonos cognitivamente más superficiales.
No termino de ver gran diferencia con lo que dijo McLuhan en los 60.
Vargas Llosa sobre Nicholas Carr
La web de Nicholas Carr
Algunos interrogantes...
ResponderEliminar"A más información, menos conocimiento".
Posiblemente, mas ¿sin información alguna sería posible el conocimiento? ¿Sin memoria cabría el conocimiento? ¿Qué tipo de información, cuánta, a través de qué medios...?
Quizás sea conveniente definir previamente los términos "información" y "conocimiento", incluso introducir otros términos en la ecuación y quizás otras ecuaciones.
En otro orden de cosas y por seguir con frases hechas: ¿la información es poder? ¿ un exceso de información, si además no está debidamente contrastada y comprobada, no es confusión?
Echo en falta matices, perspectivas diversas...
Excelente e interesante el artículo de Vargas Llosa sobre Nicholas Carr.
Necesito tiempo para pensarlo, Miguel.
ResponderEliminarSeguro que la información es poder, sobre todo cuando es oculta, críptica, secreta.
Por eso prefiero la confusión que genera el exceso al desamparo de la ocultación.
En cualquier caso, la crítica de Carr y otros se refiere a cómo cada medio cultural impone un modelo de conocimiento y una práctica cerebral (profundidad en el libro, superficialidad en Internet, sopor hasta el encefalograma plano en la televisión).
Estoy de acuerdo contigo, Paco, que la información es poder "cuando es oculta, críptica, secreta" y se obtiene con la malévola intención de utilizarla como arma contra otros y cuando se administra como medio de control.
ResponderEliminarTambién prefiero un exceso de información -y si es fiable y de interés, mejor- que "el desamparo de la ocultación".
Distinto es cómo elegimos o nos orientamos o analizamos o afrontamos o "procesamos" ese exceso de datos.
Por hacer de abogado del diablo:
"Profundidad en el libro", seguro. Mas... y "Mi lucha", de Hitler -primer bestseller de la historia que le permitió renunciar a su sueldo de canciller-. Millones de personas lo leyeron con devoción o lo compraron por miedo y como salvoconducto. Pero también se puede leer con sentido crítico.
"Superficialidad en internet", seguro. Mas... nos facilita el acceso al artículo de Vargas Llosa, a la web de Nicholas Carr , al blog de Muñoz Molina o nos permite hacer un análisis comparativo de las distintas portadas de los periódicos o acceder a fondos bibliográficos y fuentes reservadas antes a "investigadores" o razonar y argumentar abiertamente, como ahora.
"Sopor hasta el encefalograma plano en la televisión", seguro. Mas... podemos ver programas como "Redes" o incluso alguna buena película o...
¿Impone el medio cultural una única práctica
cerebral de la que no podemos escapar o salirnos? ¿Todo el mundo, no sólo está influido y condicionado por cada medio, sino que
obligatoriamente lo usa y se sirve y se enfrenta a ellos de la misma manera?
Agradecimiento a mi admirado maestro Paco, por poner a disposición de todos tantos medios valiosos y tanta información -para nada excesiva- en tan poco tiempo y desde la generosidad, la sabiduría y la transparencia.
ResponderEliminarY qué hermosa, reveladora y ajustada precisión de lenguaje y pensamiento:-"... al desamparo de la ocultación".